La disfunción eréctil es la incapacidad repetida para lograr o mantener una erección que impide mantener una relación sexual. Se trata del problema sexual más frecuente entre los españoles ya que según el Atlas de la disfunción eréctil en España, más de dos millones de españoles la padecen, alrededor de un 18,9% de hombres entre los 25 y los 70 años. Sin embargo, tan solo el 23,4% de los pacientes está diagnosticado, y solo la mitad de éstos se somete a algún tipo de tratamiento, siendo la principal fuente de información Internet.
Los problemas de disfunción eréctil pueden ser de dos tipos. Por un lado nos encontramos con los derivados de la rutina, el estrés y el ritmo de vida aunque también pueden ser de tipo orgánico o aparecer al iniciar algún tratamiento farmacológico.
El diagnóstico de la disfunción eréctil se basa en la historia clínica, los antecedentes del paciente, pruebas de laboratorio y otras pruebas para casos específicos, como el test de tumescencia peneana nocturna, que diferenciará la disfunción eréctil psicógena de la orgánica. una vez que se sepa la causa
Existen múltiples alternativas de tratamiento para cada caso y este problema puede tratarse a cualquier edad. El tratamiento puede ir desde psicoterapia, administrada por un sexólogo experimentado, en casos de disfunción eréctil psicógena o cuando la causa es orgánica el tratamiento puede requerir además el uso de medicamentos por vía oral o inyectados directamente en el pene. En el caso de que estos tratamientos no respondan el especialista valorará la posibilidad de colocar prótesis de pene, con las que se logra un grado de satisfacción plena en el 95% de los casos.
Otro de los problemas sexuales frecuentes en el hombre es la eyaculación precoz, que afecta a 1 de cada 5 españoles. A diferencia de la disfunción eréctil esta alteración afecta a mayor número de hombres jóvenes provocando gran frustración y siendo en casi un 30% de las parejas la causa de insatisfacción de la mujer.
Además el ritmo de vida acelerado y el estrés están también provocando un mayor aumento de casos de falta de deseo sexual en el hombre. Por lo general se suele asociar este problema a la mujer, pero en muchos casos es el hombre el que presenta inapetencia sexual, por lo que es importante localizar el origen del problema para ponerle solución lo antes posible.
Evitar el estrés, llevar una dieta saludable evitando el consumo de alcohol, practicar ejercicio, controlar enfermedades como la diabetes o el colesterol, así como respetar las horas de sueño son claves para prevenir estos problemas.