Una investigación realizada por la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, ha descubierto un señuelo molecular capaz de localizar las bacterias causantes de la infección urinaria y reducirlas.
El objetivo final de la investigación era el de descubrir una vía de tratamiento sin necesidad de recomendar antibióticos, fármacos que a la larga causan resistencia en los pacientes y con ello cistitis de repetición.
La cistitis habitualmente es causada por la bacteria E Coli, una bacteria que- según las investigaciones- requiere de unos genes determinados para sobrevivir en el intestino. Estos genes proporcionan a la bacteria unos apéndices que le permiten adherirse a los tejidos en el intestino. Sin estos apéndices o pilus la bacteria no puede sobrevivir en el intestino.
Pues bien ese pilus se une a un azúcar, denominado manosa y presente en la superficie de la vejiga. Los investigadores al conocer esta forma de adherirse a la pared, realizaron una modificación de la manosa, creando así unos manósidos que no están unidos a la pared de la vejiga. De esta forma cuando las bacterias se enganchan a estos manósidos no consiguen alojarse en la vejiga y se expulsan a través de la orina.
Los análisis sugieren también que estos manósidos también reducen de bacterias en el intestino y la propagación de las mismas en la vejiga.
la investigación se ha realizado hasta el momento en ratones pero los resultados han sido muy prometedores, pudiendo convertirse en un futuro en una alternativa de tratamiento.
Si deseas conocer más sobre esta investigación, puedes hacerlo mediante el siguiente enlace de Infosalus:
Equipo ICUA