El gen BRCA2 ha mostrado en muchos estudios su estrecha relación con el cáncer de mama y en los más recientes también con el cáncer de próstata. Es por ello que se relaciona una mayor predisposición a padecer cáncer de mama en mujeres con padres o abuelos que hayan tenido cáncer de próstata.
Esta predisposición genética y las grandes variaciones y mutaciones existentes de este gen son las que llevan a realizar cada vez más estudios dirigidos a determinar cuáles son las más peligrosas y de qué forma se podría predecir este riesgo para su detección temprana.
Pues bien, con esta finalidad ha surgido el estudio IMPACT, realizado por el Cancer research de Reino Unido. En el mismo a través del análisis y seguimiento de casi 3000 pacientes se llevó a cabo un monitoreo de sus niveles de PSA durante tres años, un periodo en el que se constató que los portadores en mutaciones en este gen padecían una mayor incidencia de cáncer prostático.
Además de esta mayor incidencia se pudo determinar que aumentaba en un 25 por ciento las probabilidades de desarrollar este cáncer y a edades más jóvenes.
Finalmente los expertos y portavoces determinan que hacer el seguimiento del PSA en conjunto con la valoración de estas mutaciones, debe ser considerado como un biomarcador efectivo en la detección del cáncer de próstata.
En ICUA contamos con una medición de las mutaciones genéticas. Si deseas conocer más sobre este test, el Oncotype, puedes hacerlo en el siguiente link de nuestra web:
Equipo ICUA