Un estudio realizado por la Clínica Cleveland, de Estados Unidos, han mostrado la relación existente entre los microorganismos del tracto intestinal (microbiota intestinal), la dieta y el cáncer de próstata en su forma más agresiva. La investigación, publicada en Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention explica como la modificación de la dieta podría intervenir, en cierta forma, en la agresividad del cáncer.
Para realizar el estudio se realizó la presencia de ciertas sustancias en suero basal de 173 participantes con cáncer de próstata letal y 519 participantes inscritos con cáncer de próstata, pulmón, colorrectal y de ovario. Se midieron los niveles de colina, carnitina, betaína, γ-butirobetaína, entre otros nutrientes. A continuación, se hizo un análisis multivariable de incidencia del cáncer de próstata agresivo y letal tras ajustar los niveles de PSA y de índice de masa corporal.
Según los expertos participantes, son necesarias más investigaciones, pero aun así el descubrimiento de esta relación podría tener fuertes implicaciones clínicas y modificar diagnóstico y medidas preventivas de este tipo de cáncer.
En el estudio se ha descubierto que la posibilidad de padecer un cáncer de próstata agresivo está relacionada también con niveles altos de ciertas moléculas en la alimentación. Es por ello que los investigadores sugieren que, con el paso del tiempo, tomar estas cifras como referencia podría convertirse en un biomarcador temprano de la enfermedad.
Para llevar a cabo la investigación se analizaron los niveles de ciertos nutrientes presentes en suero sanguíneo antes del diagnóstico de cáncer de próstata y después del mismo.
Los pacientes con niveles elevados de fenilacetilglutaina tenían entre dos y tres veces más de posibilidades de ser diagnosticados de cáncer de próstata agresivo. También pudieron descubrir que otros dos nutrientes denominados colina y betaína (presentes en alimentos como la carne roja) también suponían mayor riesgo.
Es indicutible la relación entre los hábitos alimenticios y la agresividad de ciertas enfermedades como el cáncer. Este estudio pone de manifiesto una vez más que una dieta sana y equilibrada puede ayudar en el pronóstico de la enfermedad.
Si deseas conocer más sobre este estudio, puedes hacerlo mediante el enlace del estudio, descrito a continuación.