Una de las ponencias de estos días durante el Congreso virtual de la Asociación Europea de Urología, ha sido la realizada por el Dr. Jensten, profesor asociado de urología del Centro Médico Erasmus en los Países Bajos, que ha hecho una revisión sobre el papel del genoma- en conjunto con las pruebas de imagen- a la hora de tomar decisiones sobre el tratamiento o abordaje del cáncer de próstata.
Las pruebas de imagen tienen limitaciones relacionadas con factores técnicos y humanos como por ejemplo la especificidad para discernir entre el tejido prostático canceroso y no canceroso, los falsos positivos en los resultados, la heterogeneidad dentro y fuera de los tumores y las características moleculares en sí de los tumores. Estos inconvenientes hacen que las pruebas genómicas se perfilen como una ayuda extra en el diagnóstico.
Para realizar su investigación el Dr. Jensten consideró el papel de los enfoques de imagen, histopatología y genómica en diversos escenarios clínicos en lugar llevar a cabo la estratificación de riesgo pre-diagnóstico para así monitorear la respuesta y la progresión.
La información obtenida ha mostrado concordancia entre los datos genómicos y los cambios en las pruebas de imagen.
Para la estratificación de riesgo pre-diagnóstico el investigador dio especial importancia a las pruebas de biofluidos a través de sangre y orina. De esta forma se incluyeron pruebas que contemplaban cambios en las proteínas, ARN libre de células, células tumorales circulantes, metabolitos, plaquetas, virus, microorganismos y vesículas extracelulares. De esta forma se estaban analizando muchísimos biomarcadores que permiten secuenciar los cambios genéticos de los pacientes y así proporcionar un tratamiento dirigido. En el mismo estudio también se tiene en cuenta que las pruebas genómicas permiten a los especialistas nuevos objetivos a identificar en las pruebas de imagen, como las nuevas proteínas de membrana específicas para el cáncer de próstata.
Finalmente el estudio concluye que ambos tipos de pruebas son complementarias y que deberían convivir para poder descifrar de una forma más certera la heterogeneidad del tumor, completar el diagnóstico, pronóstico y por ultimo personalizar el tratamiento del paciente.
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