Son muchos los estudios que avalan que la dieta mediterránea es la única capaz de prevenir problemas cardiovasculares, diabetes e incluso enfermedades como el cáncer. Si bien no se debe pensar que la dieta es capaz de curar el cáncer, sí que llevar un buen control de la alimentación ayuda a prevenir y a mejorar la calidad de vida en general.
En esta ocasión ha sido una investigación del Centro Oncológico MD Anderson, en Estados Unidos, la que ha puesto en relieve la importancia de una dieta sana y equilibrada- en concreto el de la dieta mediterránea- como protección frente al cáncer.
Debido a sus propiedades antiinflamatorias, antilipidémicas y quimiopreventivas, es positiva en hombres con cáncer de próstata localizado y en pacientes que están siguiendo una vigilancia activa de la enfermedad.
Para llevar a cabo el estudio se analizaron los datos de 410 pacientes con un diagnóstico reciente de cáncer de próstata. De los participantes, el 15 por ciento eran diabéticos, el 44 por ciento tomaban estatinas y 76 pacientes con vigilancia activa ( con una media de seguimiento de 36 meses).
Tras los ajustes de los factores clínicos, una mayor adherencia a la dieta mediterránea se asoció a un menor riesgo de progresión de la escala Gleason entre todos los pacientes. Cuando se examinaron los efectos conjuntos de la puntuación de la dieta mediterránea y el uso de estatinas, se pudo observar una reducción del riesgo similar entre los pacientes que llevaban una puntuación de dieta mediterránea alta que no tomaban estatinas, con los pacientes que llevaban una dieta mediterránea baja o moderada sin uso de estatinas.
Finalmente las conclusiones del estudio explican que la dieta mediterránea se asocia a un mejor riesgo de progresión de Gleason en hombres en vigilancia activa, reduce la morbilidad y la mortalidad por cáncer.
Si deseas conocer más sobre este estudio publicado en la revista Cancer, puedes verlo en el siguiente enlace: