Tras la cirugía del cáncer colorrectal son comunes los problemas sexuales y urológicos. La función urogenital depende de la inervación autónoma simpática y parasimpática dual y existen cuatro zonas de peligro clave que están en riesgo de daño nervioso durante la cirugía, una de ellas en el abdomen y tres en la pelvis.
Un estudio realizado por el Departamento de Cirugía Colorrectal del Queen Alexandra Hospital de Reino Unido y publicado en International Journal of Colorectal Disease, ha revisado sistemáticamente la disfunción sexual como secuela de la cirugía del cáncer de recto, analizando la base anatómica de las técnicas de conservación de nervios.
La conclusión de la revisión de artículos y estudios, de los últimos treinta años, ha sido que la disfunción sexual prevalece tras la intervención del cáncer colorrectal, sin concluir qué tipo de cirugía es la más recomendable en este sentido. Tal es así que también se concluye que entre el cinco y el noventa por ciento de los pacientes son los que experimentarán este tipo de secuela tras cualquier abordaje.
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Equipo ICUA