En nuestro país sufren al año un Ictus unas 120.000 personas, una enfermedad que deja secuelas como trastornos del movimiento, visuales y del lenguaje.
Otra de las secuelas del Ictus que no se suelen mencionar son los problemas urológicos, tales como la incontinencia urinaria, patología que sufren los pacientes cuando están en fase aguda. Según el observatorio nacional de la incontinencia, hasta el 60 por ciento de los pacientes experimenta pérdidas de orina. El 25 por ciento de los pacientes continua con la incontinencia una vez reciben el alta hospitalaria y tras un año y rehabilitación, este problema continúa siendo frecuente hasta en un veinte por ciento de ellos.
Las lesiones cerebrales producidas por el Ictus conllevan una pérdida de control de la vejiga urinaria, que tiene mayores contracciones involuntarias. Esto suele provocar incontinencia de urgencia en los pacientes, que además de verse afectados por las secuelas del accidente cerebrovascular experimentan tambien estas molestas pérdidas.
Según los estudios y análisis realizados hasta el momento, esta secuela debe tenerse en cuenta para que el paciente además de realizar una rehabilitación que permita la recuperación de sus capacidades, pueda llevar la mejor calidad de vida posible. La incontinencia urinaria suele tener consecuencias psicológicas negativas para los pacientes en general, es por ello que el control de este problema debe ser contemplado en el abordaje de la recuperación.
Finalmente los expertos señalan la necesidad de escoger el absorbente adecuado para cada tipo de paciente, tras una evaluación exhaustiva.
Equipo ICUA