Un equipo de especialistas de los departamentos de urología e investigación del Hospital & Medical Center , Massachusetts, ha realizado la última revisión exhaustiva de las estrategias de tratamiento para el cáncer de vejiga no músculo-invasivo (NMIBC).
El cáncer de vejiga generalmente se manifiesta a través de síntomas como sangre en la orina (hematuria), necesidad urgente o frecuente de orinar y dolor al orinar. Estos signos pueden ser indicativos de un tipo de cáncer que no ha invadido los músculos de la vejiga y que constituye una gran parte de los diagnósticos de cáncer de vejiga.
Para este tipo de cáncer el tratamiento tradicional ha sido la resección transuretral, complementada con terapia intravesical, siendo la más común el uso del BCG (Bacilo de Calmette-Guérin) en casos de riesgo intermedio o alto. Aun así, los expertos continúan explorando nuevas vías de tratamiento para la enfermedad, investigando alternativas para el BCG y buscando terapias para pacientes que no han tenido éxito con la terapia convencional.
El BCG se utiliza en el tratamiento del cáncer de vejiga por su capacidad para provocar una respuesta inmune que puede atacar y destruir las células cancerosas. Cuando se introduce directamente en la vejiga a través de un catéter, el BCG induce una reacción inflamatoria local. Esta inflamación atrae a las células inmunitarias al revestimiento de la vejiga, donde pueden identificar y destruir las células tumorales. Específicamente, se cree que el BCG:
- Activa las células inmunitarias: Estimula los macrófagos, células dendríticas y otras células inmunitarias para que reconozcan y ataquen a las células cancerosas.
- Promueve la liberación de citocinas: Estas son sustancias químicas del sistema inmune que ayudan a mediar y regular la respuesta inmunitaria, fortaleciendo la habilidad del cuerpo para destruir las células tumorales.
Para realizar esta revisión los expertos dividieron a los pacientes con cáncer de vejiga no músculo invasivo en tres categorías: enfermedad de bajo riesgo, donde la terapia intravesical no se considera necesaria; casos sin tratamiento previo con terapia intravesical con BCG, y finalmente aquellos casos que no responden a BCG y que requieren de enfoques más innovadores.
En este contexto los investigadores a través de la revisión de literatura principalmente estadounidense explican que se sigue trabajando para aportar un rayo de esperanza para estos pacientes, que cada vez son más. Se están investigando nuevas técnicas quirúrgicas, desarrollando nuevos ajustes en los tiempos de retención de la terapia intravesical, creando otros métodos de administración más eficientes y desarrollando nuevos agentes terapéuticos. Finalmente, la inmunoterapia está emergiendo como un prometedor campo de acción sistémica.
SI deseas conocer más sobre esta última revision, puedes hacerlo mediante el siguiente enlace: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/38791924/