Un artículo publicado en la revista Radiology explica como la mejor forma de aumentar la esperanza de vida de los pacientes con cáncer renal es la personalización del tratamiento, especialmente si la enfermedad esta en su etapa inicial.
De esta forma aseguran que extirpar el riñón de aquellos que tienen enfermedad renal crónica podría poner en riesgo su salud. Es por ello que los investigadores y autores del estudio de la Universidad de Nueva York, aseguran que se debe analizar en profundidad el caso de cada paciente ya que algunos tipos de tumor tan solo requieren de vigilancia activa y la intervención podría tener más efectos negativos que positivos.
Los portavoces destacan el importante papel de la inteligencia artificial en el futuro, es decir, las herramientas por ordenador que con datos del paciente realizan una simulación de la progresión de la enfermedad. Es tal la importancia de la que dotan a estas herramientas informáticas que para elaborar el estudio han recurrido a simulaciones que evaluaron el impacto de los diferentes abordajes en los pacientes y se incluyeron variables como el riesgo de mortalidad y la gravedad de la enfermedad renal.
Para elaborar dicho estudio fueron necesarias un millón de simulaciones y los resultados fueron los siguientes. En pacientes sanos, por ejemplo, la nefrectomía parcial fue el método que más esperanza de vida aportó al individuo. Por el contrario, en pacientes con insuficiencia renal la vigilancia activa fue la opción destacada por dotar de una mayor esperanza de vida.
Finalmente, en pacientes con enfermedad renal crónica moderada la esperanza de vida aumentaba en dos años con respecto al procedimiento quirúrgico. La simulación también ha destacado que la resonancia magnética es el método que mejor predice el carcinoma de células renales papilar, un tipo de cáncer lento que encaja con la vigilancia activa.
En definitiva este estudio estadounidense concluye que los modelos de simulación que están desarrollándose en la actualidad pueden ser de gran utilidad para los pacientes en la toma de decisiones sobre el tratamiento y especialmente podrían evitar el sobretratamiento de ciertos tipos de carcinomas que tan solo requieren con un control médico regular.
Equipo ICUA