El cáncer genitourinario se suele asociar con síndromes cutáneos, que pueden ser una manifestación de malignidad, una secuela de un posible tratamiento o bien un indicativo de diseminación metastásica.
Los cánceres de vejiga y el renal pueden estar asociados a metástasis cutáneas directas, síndromes de vasculitis, leomiomatosis hereditaria y otros síndromes familiares. Por otro lado, el cáncer testicular en muy pocas ocasiones suele presentar metástasis en la piel y cuando lo hace suele estar asociado al nevus displásico.
En general y tras la revisión de numerosos artículos se ha llegado a la conclusión de que en la detección de cualquier cáncer genitourinario es fundamental que el especialista realice un enfoque estructurado de la historia clínica. Finalmente que realice un examen completo y una investigación exhaustiva para determinar si el problema cutáneo esta asociado al cáncer o bien a otra patología.
Si deseas conocer más sobre este artículo publicado en Urotoday, puedes hacerlo a través del siguiente enlace:
Equipo ICUA