Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Washington en San Luis, Estados Unidos, han descubierto que aquellos pacientes que toman medicación para la úlcera, acidez e inhibidores de protones son más vulnerables ante las enfermedades renales.
La investigación ha sido publicada en la revista Journal of the American Society of Nephrology y se ha basado en los datos extraídos durante cinco años y concluye que el riego a tener problemas de riñón aumenta en proporción al tiempo que se han consumido estos fármacos.
El mismo estudio explica que los pacientes que consumen inhibidores de protones poseen un 28 por ciento más de posibilidades de padecer una enfermedad renal crónica y de la misma forma su riesgo a desarrollar una insuficiencia renal aumenta hasta el 96 por ciento, comparado con pacientes que consumen otros medicamentos. Los investigadores explican que se debe limitar el consumo de estos medicamentos a situaciones en las que sea imprescindible.
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Equipo ICUA