Los pacientes con hipogonadismo hipogonadotrópico (secreción de pocas o ninguna hormona masculina o como consecuencia de un problema de la hipófisis o el hipotálamo) suelen ser tratados con FSH (hormona foliculoestimulante) para tratar su infertilidad. Este tratamiento, que estimula la espermatogénesis (creación de espermatozoides), permite la inducción del embarazo clínico en la pareja del paciente y con ello hace posible que sean padres de un niño sano.
Un estudio publicado en Frontiers in endocrinology y realizado por especialistas del Centro de Medicina reproductiva y andrología del Hospital Universitario Halle, de Alemania, ha analizado la eficacia de este tratamiento para tratar la infertilidad en el hombre.
Según los expertos, son varios los estudios que muestran su eficacia con respecto a los criterios de valoración clínica. A pesar de estas ventajas son varias las deficiencias de este tratamiento para los pacientes como por ejemplo su duración, que a veces supone un periodo de más de dos años con la correspondiente administración de inyecciones cada dos o tres días. Independientemente de la larga duración para el paciente, que se puede llegar a hacer tediosa, los expertos de este centro explican que podrían esperarse mejoras en este tratamiento debido a la incorporación de nuevos tratamientos hormonales pero en esta ocasión para tratar la infertilidad femenina.
Otro caso del uso de esta hormona como tratamiento es para los pacientes con infertilidad normogonadotrópica y oligozoospermia o lo que es lo mismo, en aquellos pacientes con mala calidad de semen. Este tratamiento a pesar de mostrar tasas significativas de embarazo en la pareja del afectado, es experimental aun en la mayoría de países. A pesar de las tasas obtenidas el tamaño del efecto positivo es relativamente bajo todavía por lo que se debe seguir profundizando y afinando más este tratamiento.
Finalmente y con los resultados analizados ¿qué indican los expertos? Pues bien, el estudio sugiere que este tipo de tratamiento aumenta las tasas de embarazo en la pareja del paciente tratado aunque todavía hay camino por recorrer. En este sentido explican que se deben identificar los factores predictivos para el éxito del tratamiento, incluida la farmacogenética de la hormona foliculoestimulante (FSH) y además seleccionar de forma más precisa el perfil del paciente para no someter de forma innecesaria a un tratamiento.
Si deseas conocer más sobre este artículo puedes hacerlo mediante el siguiente enlace:
Equipo ICUA