Según la Asociación Española contra el Cáncer la incidencia de cáncer de vejiga en nuestro país es de las más altas del mundo. Sus pacientes tienen una media de edad de setenta años y este tipo de cáncer se sitúa como el cuarto más frecuente entre los varones, tras el de próstata, colon y pulmón.
Los numerosos estudios existentes avalan que el tabaco es perjudicial para nuestra vejiga, siendo el causante de entre el 50 y el 65 por ciento de los cánceres en hombres y de entre el 20 y 30 por ciento de los casos entre mujeres.
El motivo por el que el tabaco es tan nocivo para la salud de nuestra vejiga ya lo hemos mencionado con anterioridad y es que las sustancias tóxicas se expulsan por la orina. Estas sustancias dañan las paredes de la vejiga urinaria y aumentan el riesgo de cáncer. Tanto es así que según los expertos de centros como la Fundación Jiménez Díaz, en Madrid, el 75 por ciento de los casos de cáncer se encuentran en las capas externas de la vejiga. El resto, el 25 por ciento, son tumores situados en la propia vejiga.
Pero ¿realmente estamos concienciados con la peligrosidad del tabaco? ¿Qué comportamiento tienen los pacientes con respecto al hábito de fumar una vez son diagnosticados?
Según un estudio publicado en la revista JAMA el pasado mes de julio, los pacientes con cáncer de vejiga relacionado con el tabaco tienen un riesgo elevado de padecer estas enfermedades. La investigación realizada en Estados Unidos explica cómo la prevalencia del tabaquismo sigue siendo más alta entre los supervivientes a un cáncer de vejiga por tabaquismo que entre aquellos en los que su cáncer no tiene relación. Es por ello que el mismo estudio concluye que deben ser fundamentales las terapias para que estos supervivientes dejen de fumar.
Si deseas conocer más sobre este estudio, puedes hacerlo mediante el siguiente link:
https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2767827?resultClick=1