La colposacropexia es un procedimiento quirúrgico utilizado para corregir la prolapsus de órganos pélvicos, que implica la fijación y suspensión de la cúpula vaginal para restaurar el soporte anatómico.
El prolapso vaginal es una enfermedad común que produce síntomas como sensación de bulto u ocupación vaginal y puede causar dificultad para el vaciamiento de la vejiga o para defecar. También se suele asociar a la aparición de la incontinencia urinaria. Aproximadamente una de cada diez mujeres necesitará operarse por un prolapso de útero o vagina.
La colposacropexia es un procedimiento para corregir el prolapso del fondo vaginal en mujeres a las que se extirpó el útero. La cirugía está diseñada para devolver a la vagina a su función y posición normal. Una variación de esta cirugía llamada histerosacropexia corrige el prolapso de útero y se realiza de forma similar a la colposacropexia.
Esta intervención se puede realizar con un abordaje abierto, que requiere de una incisión en la pared abdominal y por tanto es más invasivo. Requiere anestesia general y se realiza cada vez con menor frecuencia, siendo sustituido por operaciones laparoscópicas o asistidas por el robot Da Vinci.
La ventaja del robot Da vinci para realizar esta operación es que facilita mucho la fijación de la malla con puntos al suelo pélvico, en un espacio tan reducido al fondo de la pelvis.
La operación consiste en despegar la vagina de la vejiga por delante y del recto por detrás. Se utiliza un injerto de malla sintética para cubrir la parte anterior y posterior de la vagina y luego se fija al hueso sacro como se muestra en la ilustración. La malla luego se recubre con una capa de tejido que recubre la pared abdominal que se llama peritoneo. Esta cirugía se puede realizar al mismo tiempo que otras cirugías, como las reparaciones vaginales de prolapso anterior, posterior o cirugías anti incontinencia.
Es una operación eficaz en el 80-90 por ciento de las mujeres, que se curan del prolapso y de sus síntomas. Las complicaciones más comúnmente reportadas son dolor durante las relaciones sexuales en un 2-3 por ciento, exposición vaginal de la malla en un 2-3 por ciento.
Normalmente la recuperación es rápida y se suele requerir un ingreso hospitalario de uno o dos días. Durante las primeras seis semanas se recomienda evitar esfuerzos físicos, pudiendo la paciente caminar sin apresurarse. Normalmente hasta las seis semanas no se debe realizar actividad física intensa ni volver a tener relaciones sexuales.