Una de las preocupaciones de los padres es si sus hijos orinan el número de veces adecuada o no. Cada niño es un mundo y podemos encontrar a pequeños que orinen una media de diez veces al día así como niños que acudan al baño la mitad que los primeros. En cualquier caso los padres no deben preocuparse a menos que haya cambios bruscos en el número y frecuencia de las micciones, es decir, si se pasa de orinar poco a mucho o viceversa.
Son varios los motivos que pueden alterar la micción del niño como carencias alimentarias, poca o mucha ingesta de líquidos o la existencia de una infección de las vías urinarias. Otro de los indicadores de la orina del niño en el que nos debemos fijar es el color. Por ejemplo cuando esta oscura indica que el niño está tomando poco líquido aunque también puede ser consecuencia de infección de orina o bien que los uratos estén tiñendo la orina del niño, especialmente si se trata de un recién nacido. Esta situación se corrige sola por lo que no debe alarmar a los padres.
Se debe acudir al pediatra cuando el tono de la orina del bebé no sea normal o bien se note la presencia de sangrado en el pañal ya que puede ser indicador de otra enfermedad.
Ante cualquier duda y como siempre conviene acudir al especialista para que este descarte cualquier tipo de enfermedad en el pequeño. Tal y como ocurre con los adultos si el pediatra considera que el pequeño tiene una patología urológica será derivado al especialista en urología.
Equipo ICUA