Los cólicos nefríticos provocan fuertes dolores en el paciente, tanto es así que muchos incluso asemejan su dolor con los del parto en la mujer. En el verano es cuando esta patología se incrementa y por un motivo muy sencillo, las altas temperaturas. Con la canícula aumentan los termómetros y sudamos más. La pérdida de agua, si no consumimos la cantidad de líquidos (2 a 3 litros al día) que necesitamos, aumentamos la posibilidad de tener esta molestia renal.
Los especialistas recomiendan evitar la actividad física de esfuerzo cuando haga mucho calor para evitar la deshidratación. En este punto se recomienda también comer mucha fruta y verdura y pescado, que son los alimentos que más agua proporcionan.
Aquellos pacientes que ya tienen el diagnóstico de esta patología deben ser más cuidadosos y llevar un estilo de vida ordenado en el que se incluya una buena y equilibrada alimentación y una hidratación adecuada, que debe ser más rigurosa durante los meses estivales.
Una de las formas de saber si nuestra hidratación es correcta será mediante la coloración de la orina, cuanto más turbia u oscura sea la orina peor hidratados estaremos. Es en este caso cuando debemos aumentar la ingesta de líquidos. Además se recomienda ir al especialista ante la aparición de los primeros síntomas y antes de que la situación empeore.
En cualquier caso en urgencias las pruebas, una vez que se llega a este punto, consisten en análisis de sangre, orina, ecografía, resonancia o radiografía.
Cuando se requiere intervención, hay varias opciones poco invasivas para el paciente como el láser. Si deseas conocer más sobre los cálculos urinarios, síntomas y los posibles tratamientos, puedes hacerlo mediante el siguiente enlace::
https://www.icua.es/urologia-avanzada/calculos-urinarios/
Equipo ICUA