La cistitis intersticial es una enfermedad crónica con origen desconocido caracterizada por un incremento de la frecuencia urinaria, urgencia miccional o dolor abdominal que se prolonga en el tiempo. También es llamada síndrome de la vejiga dolorosa.
Un reciente estudio publicado en Urotoday y realizado por la sección del urología del departamento de cirugía de la Universidad de California, intentaba poner fin a la incógnita sobre el origen de esta molesta patología, que aseguran se diagnostica de forma errónea en muchos de sus casos.
Para realizar el estudio se reunió a un centenar de mujeres con cistitis intersticial a las que se les preguntó sobre sus primeros síntomas y la evolución en la actualidad. Cuáles eran los diagnósticos iniciales de los especialistas, la influencia de la menstruación en la enfermedad y la actividad sexual que llevaban.
Los resultados han mostrado que el 81 por ciento de las pacientes padecía los síntomas a la edad de 30 años mientras que el 21 por ciento antes de los 10 años. El primero de los síntomas fue en un 81 por ciento de las pacientes la frecuencia miccional, el dolor estaba presente en el 59 por ciento y los síntomas fueron intermitentes en el 64 por ciento de ellas. Para muchas el sexo era doloroso y los síntomas aumentaban una semana antes de la menstruación en el 75 por ciento de las pacientes. Según los resultados tan solo en el 51 por ciento de los casos el diagnóstico fue acertado.
Los expertos de esta forma y basándose en los datos obtenidos han concluido que los síntomas suelen aparecer de forma intermitente en un comienzo de la enfermedad aunque suelen estar asociados con la vida sexual de la paciente, siendo la incontinencia y el dolor síntomas posteriores al coito.
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Equipo ICUA