Tres estudios realizados por Cancer Research UK y publicados en la revista Cell han descubierto las vías evolutivas del cáncer y explican que el cáncer de riñón se puede percibir desde la infancia. Estas investigaciones abren nuevas vías posibles de tratamientos personalizados.
Los dos primeros estudios, realizados en tumores de cien pacientes, analizaron más de mil muestras de tumores con la finalidad de reconstruir la sencuencia genética que llevó al paciente a padecer cáncer. Se llego a la conclusión de que hay tres tipos de evolución en el cáncer de riñón. Un primer tipo que evoluciona lentamente y que no llega a convertirse en agresivo. Un segundo tipo, que evoluciona genéticamente rápido desde el principio y, por tanto es más agresivo y se extiende a otras zonas. El tercer tipo se propaga mediante una acumulación de daño en los genes. Se extiende durante un periodo mas largo de tiempo y habitualmente en una zona localizada.
Uno de los autores principales explica que conocer esta evolución y el tipo de cáncer que es, permite adaptar los tratamientos a cada paciente. Tambien afirma que es muy difícil que la cirugía pueda detener aquellos tumores que son agresivos desde un comienzo y es por ello que insiste en la necesidad de la detección temprana.
En los estudios tambien se analizaron el perfil de las células, es decir, lo que distingue a aquellas que no abandonan el tumor primario a los que sí que lo hacen. Estas ultimas se pudieron distinguir por cambios cromosómicos en lugar de mutaciones de los genes. En este sentido se encontraron dos cambios cromosómicos que llevan a la metástasis por lo que podrían ser empleados como un marcador que identifique a aquellos pacientes con riesgo de metástasis.
En el tercer articulo descrito en la publicación se concluye que hay eventos tempranos que aparecen desde la infancia en adelante hasta que se diagnostica el tumor primario. Con este descubrimiento se abre la posibilidad de monitorizar a los pacientes que presenten estos signos o cambios genéticos iniciales que llevan hasta el cáncer renal. De esta forma se puede intervenir de manera temprana y evitar la progresión de la enfermedad. Con estos tres estudios se demuestra que la enfermedad evoluciona con el tiempo y que en un futuro será posible intervenir antes de que aparezca el cáncer.
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Equipo ICUA
