Tratamiento aplicado en la disfunción eréctil de origen vascular mediante la aplicación de ondas de choque de baja y alta frecuencia que logran crear nuevos vasos sanguíneos y así restaurar la erección
Las ondas de choque de baja energía y alta frecuencia son un tratamiento para curar la disfunción eréctil basado en la formación de nuevos vasos sanguíneos en el tejido eréctil y en la relajación del endotelio vascular.
El tratamiento consiste en aplicar las ondas de choque en sesiones de entre quince y veinte minutos una vez por semana durante cuatro semanas seguidas. Una vez que pase un mes, se realiza otra sesión de recuerdo. En una sesión habitual, para que las ondas de choque cubran toda el área eréctil, se aplican primero en la parte superior del pene y a posteriori por debajo del escroto, donde se encuentra la raíz de los cuerpos cavernosos.
Se recomienda para aquellos pacientes que tengan disfunción eréctil derivada de un problema vascular, es decir que tengan arteriosclerosis (estrechamiento de las arterias). Este deterioro se suele provocar como consecuencia de otras patologías como la diabetes o la obesidad entre otros. No es un tratamiento efectivo para pacientes que tengan disfunción eréctil de origen neurológica, hormonal, por fuga venosa o bien un origen psicológico.
Los resultados obtenidos con este tratamiento detallan que los resultados del mismo perduran una vez que se realizan todas las sesiones, al contrario que otros tratamientos como algunos fármacos, que solo actúan cuando se están aplicando. Se suelen tener unos resultados positivos de entre el 75 y 80 por ciento y la respuesta se mantiene a los seis meses del tratamiento.
Este tratamiento no requiere de anestesia, ni ingreso hospitalario ya que es ambulatorio. Es indoloro y, tal y como hemos descrito anteriormente, tiene una duración de como mucho unos veinte minutos.
