La instilación de ácido hialurónico a través de una sonda en la vejiga contribuye a la recuperación de la mucosa urotelial. Está indicado en casos de vejiga dolorosa, cistitis intersticial, cistitis química, cistitis de repetición o cistopatía rádica.
Las instilaciones vesicales son la administración de los fármacos por vía vesical para que actúen directamente en las capas superficiales de la vejiga.
Uno de los fármacos que se suele administrar de forma intravesical es el ácido hialurónico, que ayuda a reestablecer las capas de urotelio y permite la recuperación de la capa de glicosaminoglucanos. Esta indicado especialmente en casos de síndrome de vejiga dolorosa, cistitis intersticial, cistitis química, infecciones urinarias de repetición, o cistopatía rádica.
Es un tratamiento que se realiza de forma ambulatoria, sin dolor. Suele precisar de doce sesiones, las cuatro primeras son semanales y después se administran de forma quincenal.
La administración depende de si el paciente tiene o no una sonda vesical. En caso de que la tenga, se retira la bolsa que lleva conectada a la sonda y se le administra el líquido de la jeringuilla. Después se pone el tapón para que se retenga el fármaco en la vejiga lo máximo posible, se recomiendan unos treinta minutos.
Cuando el paciente no tiene una sonda, se le coloca una sonda uretral por la que, una vez que la vejiga esté vacía completamente, se le administrará el fármaco. Posteriormente, el fármaco será eliminado con la orina.