Un estudio realizado por el grupo de investigación DIBIOMEC, formado por especialistas del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV) y del Servicio de Urología del Hospital Joan XXIII de Tarragona, ha descubierto cómo el tejido adiposo periprostático (grasa que rodea la próstata) puede ser clave en la progresión del cáncer de próstata.
La investigación, que ha sido publicada en la revista Cancers, apunta que este tejido podría contribuir a la agresividad del cáncer mediante sus mecanismos biológicos.
Para llevar a cabo la investigación, los científicos analizaron 24 muestras de tejido adiposo periprostático y 17 muestras de tejido adiposo perivesical (zona grasa más alejada de la próstata).
Utilizando herramientas avanzadas, lograron caracterizar las vesículas extracelulares producidas por el tejido adiposo periprostático. Cuando estas vesículas entraron en contacto con células de cáncer de próstata cultivadas en el laboratorio, se observaron dentro del citoplasma (el interior de las células), lo que confirma que las células tumorales absorben activamente estas vesículas.
Los investigadores también identificaron nueve microARN, que son pequeñas moléculas de ARN no codificante que juegan un papel crucial en la regulación de la expresión de genes, y que se comportaban de manera diferente entre las muestras de tejido adiposo periprostático y perivesical. Esto sugiere que el tejido adiposo periprostático tiene una influencia única y mayor sobre el tumor.
Uno de los descubrimientos más importantes ha sido la relación entre el microARN y un gen llamado RORA. Este gen desempeña un papel en la regulación de la inflamación y la proliferación celular y los microARN liberados por el tejido adiposo periprostático influyen en su comportamiento impulsando el crecimiento y la agresividad del tumor.
Según las conclusiones del estudio, este podría ser un gran avance, ya que permitiría el desarrollo de nuevas terapias contra el cáncer de próstata. Al entender cómo el tejido adiposo circundante influye en la agresividad del tumor, los médicos podrían desarrollar estrategias que no solo ataquen al tumor en sí, sino también a su entorno, disminuyendo su capacidad de crecer y propagarse.
Si deseas conocer más en profundidad sobre esta investigación, puedes hacerlo mediante el siguiente enlace:
https://translational-medicine.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12967-024-05458-3